¿Te has dado cuenta de la cantidad de material que es necesario preparar para poner en marcha cualquier proyecto digital? Me refiero a todas las piezas que intervienen en la venta de cualquier producto o servicio:
- Ebooks gratuitos para aumentar tu lista de suscriptores
- Fichas y material para infoproductos y cursos
- Formularios de suscripción
- Tests de validación
- Landing Pages
- Libros y folletos promocionales
- Temarios
- Etc.
Por no hablar de todas esas implementaciones técnicas y de programación que es necesario adaptar en tu web o blog.
Lo cierto es que la suma total del tiempo que necesitamos para desarrollar y generar estos contenidos es importante, tan importante y voluminoso que a veces se come todo el tiempo y esfuerzo que deberíamos dedicar a otras tareas esenciales para el crecimiento de nuestros negocios.
Nos guste o no, siempre habrá áreas de nuestro negocio que estén fuera de nuestra experiencia, o simplemente áreas que sería recomendable fueran abordadas por otros profesionales.
Hoy en día, sabemos que solo diferenciándonos radicalmente de nuestra competencia podremos sobrevivir en el mercado saturado en el que nos encontramos. Esa diferenciación podremos mantenerla si somos capaces de encontrar el punto de equilibrio entre la esfera de nuestras competencias (aquello en lo que destacamos y brillamos con luz propia), la esfera de nuestras expectativas (el fin último de nuestro negocio y proyecto de vida) y la esfera de lo que ofrecemos a nuestros clientes (la razón de por qué deben de comprarnos a nosotros y no a la competencia).
Solo si somos capaces de no perder la visión de conjunto y poner el foco en lo verdaderamente importante, podremos dedicar nuestro tiempo a aquellas áreas estratégicas que nos permitirán acercarnos a nuestros objetivos y propósitos, a aquellas cosas en las que realmente destacamos y en las que podemos aportar verdadero valor, aquellas tareas que es imprescindible que nosotros mismos atendamos personalmente.
Convertirnos en hombres y mujeres orquesta nos hace perder foco en lo verdaderamente importante, y lo que es peor, no podremos mantener esa situación por mucho tiempo. Por lo tanto es imprescindible discernir lo importante de lo urgente. Para ello debemos gestionar nuestro tiempo de forma eficaz, tener claro el orden de prioridades y saber que tareas podemos delegar y cuales son imprescindibles que personalmente atendamos.
Si somos capaces de separar el trigo de la paja lograremos:
1. DEDICAR MÁS ESFUERZO Y TIEMPO A LO QUE NOS ACERCA A NUESTRO PROPOSITO Y OBJETIVOS
Centrarnos en el análisis, las decisiones y la programación de tareas. En todo aquello que es importante para nuestros objetivos y nos acercan a nuestro horizonte aspiracional.
2. AUMENTAR EL VALOR PERCIBIDO DE NUESTRO SERVICIO O PRODUCTO EN NUESTRA AUDIENCIA
Los proyectos desarrolladas por personas de perfil profesional diferentes suelen proporcionar a la audiencia un mayor valor percibido. Cuando las piezas que componen tus infoproductos y contenidos están bien desarrolladas y cumplen la función para la que se han creado, toda tu estrategia se ve impulsada. Podrás centrarte en el valor añadido que tu puedes aportar y no en cuestiones técnicas o estructurales que corresponde resolver a los especialistas en dichas áreas.
3. TENER BAJO CONTROL LOS PLAZOS Y LA PROGRAMACIÓN
El tener un sistema bien engrasado, disponer de contenidos editados de forma profesional en el momento necesario para implementar en tu estrategia, sin retrasos, sin tener que adquirir conocimientos en áreas profesionales que realmente no te interesan y que requieren de una destreza y práctica especial para su correcto funcionamiento, te permitirá tener bajo control tus tiempos y tu programación. Todo tu potencial se desplegará de forma más eficaz.
4. DISMINUIR EL GRADOS DE ESTRÉS E INCERTIDUMBRE
Ver que los objetivos se van cumpliendo genera automáticamente un nivel menor de estrés, la incertidumbre va desapareciendo y en consecuencia podemos pensar en el largo plazo, lo que mantendrá nuestra energía y equilibrio.
En tu caso:
¿Cuánto tiempo mensual inviertes en desarrollar las piezas necesarias para tus proyectos?
¿Qué proyectos se quedan sin cubrir porque no das a basto con el desarrollo de este tipo de contenidos?
¿Qué acciones terminan sin ver la luz porque no encuentras el tiempo necesario para acometerlas?
¿Cuántas horas dedicas a informarte de cómo ejecutar ciertas tareas que realmente no tienen nada que ver con tu negocio?